
- Beneficios de Rentar
- Es una forma de independizarte del núcleo familiar. Puede ser una gran idea para los jóvenes que quieran cambiar de ubicación constantemente según sus requisitos laborales.
- La mensualidad de la renta es accesible para muchos. Eso sí: siempre y cuando no seas de los que tienden a ahorrar demasiado. Podrás encontrar alquileres para todos los bolsillos y necesidades.
- Podrás descubrir alquileres en toda la ciudad sin limitarte a las afueras de la misma, donde se encuentran los “precios de venta” más económicos.
- No hay compromiso a largo plazo, ya que entre tú y el arrendador acuerdan cuánto tiempo vivirás en la propiedad.
- No conlleva tanto papeleo como adquirir una vivienda.
- No resulta tan aparatoso cambiar de piso en caso de equivocarse.
- No hace falta desembolsar tanto dinero en el pago inicial.
2. Beneficios de Comprar
- Adquieres un patrimonio para toda la vida que puede ser una buena herencia para tu familia, además de tener un valor económico para emergencias.
- La casa es tuya desde el momento en el que la compras, tienes control absoluto sobre la vivienda y no tienes que pedir permisos para nada.
- Al ser el dueño absoluto de la vivienda puedes hacer negocio con ella alquilándola a personas que no deseen comprar. De esta manera, obtendrás un ingreso extra a tu sueldo.
- Inviertes a la larga en una vivienda propia y no le das tu dinero a alguien más por una casa prestada.
- Puedes realizar las modificaciones que quieras, no dependes de los permisos de tu casero para poder pintar paredes o tirar muros.
- Podrás tener una vivienda tuya una vez te jubiles, que es uno de los miedos de mucha gente cuando se hace mayor.
- Una vez has finalizado el pago total de la hipoteca, ya no tienes que pagar más.